Aerocali no continúa ¿que le espera al aeropuerto de Cali/Palmira?. Una noticia que ha causado revuelo en el departamento del Valle del Cauca, es la finalización del periodo de concesión a cargo de Aerocali sobre el terminal aéreo Alfonso Bonilla Aragón de Palmira que presta sus servicios a Santiago de Cali.
Para poner en contexto la situación
De acuerdo con las cifras aportadas por el concesionario Aerocali, este aeropuerto durante el pasado 2023 movilizó una cifra total de 6’800.725 pasajeros entre vuelos nacionales e internacionales, así pues, se ubicó como el tercero en tráfico a nivel nacional solo superado por el El Dorado de Bogotá y el José María Córdova de Rionegro que presta sus servicios a Medellín.
El Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón por su posición estratégica en el suroccidente colombiano sirve a una población total que supera los siete millones de habitantes (sumando al Valle del Cauca, Cauca, Nariño e incluso Putumayo), por lo anterior, es un eje que impulsa el turismo y el desarrollo económico de toda una región; la concesionaria Aerocali, tomó la administración del aeropuerto en el año 2000, inicialmente prevista para un periodo de 20 años.
Situación que a raíz de la pandemia COVID-19
Que paralizó la industria aeronáutica la mayor parte del 2020, motivó a la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) a que se prorrogara el contrato de concesión, el cual finalmente fue extendido hasta este año 2024 donde la misma Aerocivil y la ANI informaron ante los medios de comunicación que no se prorrogaría más el contrato, y en consecuencia darían fin a la administración del aeropuerto a cargo de Aerocali el 30 de abril de 2024.
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Dado que a la fecha, el Gobierno Nacional a través de la ANI no tiene completamente estructurado un nuevo proceso de concesión, la administración del aeropuerto la tomaría de manera temporal la Aerocivil; esta situación ha generado cierto aire de preocupación en el sector público y privado del departamento, especialmente porque se teme que de ser así, la ciudad de Palmira no reciba como contraprestación aeroportuaria una suma aproximada de $3.000 millones de pesos.
Dinero que hace parte del presupuesto de la entidad territorial y que se destinaría para satisfacer las metas del Plan de Desarrollo que actualmente se encuentra en fase de estructuración.
Si bien es cierto, la Gobernadora del Valle del Cauca (Dilian Francisca Toro Torres) realizó una petición directamente a los organismos nacionales para que se evaluara la posibilidad de conceder una prórroga a Aerocali, y así no entorpecer el proceso administrativo a cargo de tal entidad, la ANI fue enfática en expresar que sin prórrogas o extensiones adicionales el periodo de administración a cargo de Aerocali llegaría a su fin el próximo 30 de abril de 2024.
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Mediante escrito de petición dirigido a la Aerocivil, Ministerio de Transporte y por supuesto a la ANI, se solicitó información puntual sobre el avance del proceso de concesión y los planes de acción que tienen previstos para que durante el periodo de administración a cargo de la Aerocivil se garantice la competitividad del terminal aéreo en materia de atracción de aerolíneas y demás, frente a ello.
La ANI respondió que en el año 2016 se recibió por parte del Originador “Estructura Plural de Aeropuertos del Suroccidente” una propuesta de asociación público – privada de iniciativa privada, que durante el 2017 surtió favorablemente la fase de prefactibilidad y que actualmente se avanza en la fase de factibilidad en trámites de aprobación de riesgos y obligaciones contingentes ante el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Una vez se obtenga dicha aprobación, el proyecto se someterá a la presentación ante el Departamento Nacional de Planeación, Consejos Directivos de la Aerocivil, Agencia Nacional de Infraestructura y CONPES; aunque no se expresó de manera detallada cuanto tiempo se podría demorar esta fase de factibilidad, al observar de manera retrospectiva el proceso, se puede inferir que no propiamente se dará con la celeridad que esperan los organismos regionales.
En el escrito, también se solicitó información a la Aerocivil y al Ministerio de Transporte, quienes a la fecha no han dado respuesta dentro de los términos de ley, teniendo en cuenta que el plazo oportuno con el que contaban era hasta el pasado 13 de febrero de 2023.
Surge la preocupación para el sector productivo y el sector público del suroccidente colombiano sobre cuál va a ser el destino de este importante terminal aéreo, pues en medio del panorama de incertidumbre, el aeropuerto ha perdido destinos importantes y claves para la internacionalización de la región, como Ámsterdam, Quito, Guayaquil, Esmeraldas, Lima, Ciudad de México, Orlando, San Salvador, Santo Domingo y Houston; resulta contradictorio este escenario, puesto que en años anteriores donde coexistían estos destinos el aeropuerto no superaba los 5,5 millones de pasajeros al año, y al corte del 31 de diciembre de 2023 con casi 7 millones de pasajeros se han perdido destinos importantes.
Por lo anterior, no se trata de una pérdida en la demanda, por el contrario se trata de la imposibilidad de negociar eficientemente con las aerolíneas para lograr la permanencia de estas en destinos claves para el aeropuerto, situación que se le debe hacer exigible a la Aerocivil.
En vista del auge turístico del departamento y cómo aerolíneas importantes están mirando a Colombia para prestar sus servicios, caso particular Jetsmart (aerolínea chilena) que empezará a ofrecer vuelos nacionales en Colombia, y que pese a la demanda de pasajeros que hay en el Alfonso Bonilla Aragón, dejó por fuera a este importante terminal aéreo en su primera fase de vuelos previstos.
Por otra parte, desde la Gobernación del Valle del Cauca, la Alcaldía Distrital de Santiago de Cali y la Alcaldía Municipal de Palmira se conoció que están trabajando articuladamente con el objetivo de que constituya un MRO (Centro de Mantenimiento, Reparación y Operaciones) en el Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón, pieza clave si se quiere incursionar por completo en la industria aeronáutica en el departamento, y que, claro está, juega un rol importante el proceso de adjudicación de la nueva concesión, puesto que a futuro serán quienes se encarguen de velar por el desarrollo del terminal aéreo.